Pelar el calabacín y picarlo en trocitos pequeños. Rehogarlo en la sartén con la mantequilla y el aceite.
Yo lo pico mucho para engañar a mis hijos y que no vean trozos grandes de calabacín en las croquetas, pero si a vosotros no os importa, podéis dejarlos un poco más grandes. Eso ya es cosa de quien las cocine.
Cuando el calabacín esté blando, se añade la harina y se mezcla bien. Se echa la leche, la sal y la nuez moscada. Vueltas y vueltas y más vueltas para que la bechamel quede sin grumos.
Cuando al darle vueltas, la sartén quede limpia y la masa se vaya detrás de la cuchara de palo, será señal de que ya está hecha.
Retirar del fuego y dejar enfriar. Darle forma a las croquetas, pasar por harina, huevo y pan rallado.
Freír o congelar por separado, envolviéndolas en film transparente para que no se peguen.
Lo que hago es echar la masa en film transparente, darle forma de rulo largo con el grosor que quiero para las croquetas y dejar enfriar. Así, sólo tengo que cortarlas con un cuchillo y después rebozarlas. Podéis echarles un hilito de miel. Le va muy bien a estas croquetas.
Comentarios de los miembros:
Buena
Excelente receta
Facil y muy bueno
Buena, fácil y sana. Gracias por el consejo. Saludos