Precalentamos el horno a fuego medio. Lavamos y cortamos los hongos en láminas de 2 o 3 mm. En el caso de que los portobellos sean grandes, primero cortarlos a la mitad verticalmente, y después en láminas.
Ponemos un poco de aceite de oliva en una sartén. Cuando esté caliente, echamos los hongos. Dejamos cocinar sin tocarlos ni revolverlos hasta que estén tiernos, salpimentar y mezclamos un poco. Apagamos el fuego.
Untamos una de las caras de las rebanadas de pan con mantequilla. Colocamos sobre una fuente para horno con la cara con mantequilla hacia arriba.
Colocamos encima de cada una de ellas un cuarto de los hongos salteados. Terminamos con el queso por arriba, y llevamos al horno hasta que éste esté bien derretido. Comemos caliente.
Comentarios de los miembros:
Excelente... me encanto