He probado en varias ocasiones los rollitos de primavera y el otro día decidí cocinarlos. La verdad es que el relleno si que era muy similar, pero la masa no se parecía mucho porque utilicé pasta brick, aunque me he enterado de que hay una especial para elaborar este tipo de platos. Además, para reducirles el número de calorías decidí meterlos al horno en vez de freírlos, por lo que el sabor también varía bastante.
Lo primero que hacemos es picar muy bien todas las verduras. Ponemos en una sartén un poco de aceite de oliva virgen extra y echamos la cebolla y el pimiento cortados en juliana, cuando ya está la cebolla transparente, añadimos la zanahoria rallada y la col picada muy finamente.
Salamos todas las verduras y las dejamos durante varios minutos hasta que están cocinadas. Luego las echamos en un cuenco con el chorro de soja para que se maceren un poco las verduras.
Ahora comenzamos a realizar la salsa, echamos todos los ingredientes en un cazo y las ponemos a fuego fuerte para que la salsa se vaya espesando.
Si vemos que se nos queda demasiado líquida, echamos un poco de agua en un vaso y diluimos una cucharadita de maicena y se la añadimos a la mezcla.
Finalmente, estiramos la pasta brick, los rollitos se pueden hacer de dos maneras, echamos un poco de la mezcla en uno de los lados de la pasta y lo enrollamos, cortamos lo que sobra de los laterales y le damos la forma de rollito (es como mejor quedan) o bien colocar un poco de la mezcla en el centro de la pasta y doblar los diferentes lados, lo malo de esta última opción es que quedan más grandes, pero se les echa más verduras y punto.
Precalentamos el horno a 220º y metemos los rollitos (no os olvidéis de colocar un papel apto para horno para que no se peguen) durante 10 minutos o hasta que la masa esté dorada.
Se les añade la salsa por encima y ya están listos para comer.
Esperamos que la disfrutes mucho!