En un plato añade un poco de agua y la levadura, remueve hasta que la levadura de deshaga y resérvalo. Corta las aceitunas en trozos pequeños y también resérvalas.
En otro bol añade el resto del agua, el aceite y la sal y empieza a mezclarlo con una cuchara de madera o con la batidora. Añade la levadura y, sin dejar de mezclar, añade poco a poco la harina y la sal. Una vez que la masa empieza a compactarse añade las aceitunas y sigue amasando.
Tanto si es a mano como con una amasadora, el amasado debería durar unos 10 minutos más o menos, hasta que la masa te quede fina, elástica y no se te enganche mucho en los dedos. Haz una bola con la masa, ahora imagínate que hay un cuadrado dentro y de cada esquina coge un pellizco, estíralo un poco y húndelo con un dedo en el centro.
Dale una vuelta de 180ºC a la masa dejando los "pellizcos" sobre la superficie de trabajo. Ahora gira la bola sobre sí misma un par de veces metiéndole un poco los bordes hacia dentro para darle la forma redondeada.
Enharina el bol, coloca la masa dentro y déjala reposar 1 hora más o menos tapada con un trapo hasta que doble su tamaño. Una vez pasada esta primera hora de levado saca la masa del bol, vuelve a hacer lo de las puntas y los giros de la masa y déjala reposar otra hora de nuevo.
Cuando haya transcurrido este tiempo, enharina la bandeja sobre la que vayas a cocerlo y espolvorea bastante harina por encima. Con mucho cuidado desliza la masa sobre la bandeja y hazle unos cortes rápidos con un buen cuchillo.
Échale un poco de agua con un spray y mételo enseguida en el horno frío a 250ºC unos 40 minutos aproximadamente. Como con todas las masas que "suben" intenta no abrir el horno durante los primeros 30 minutos ya que se podría deshinchar. Para saber si el pan está hechar puedes darle unos golpecitos en la corteza; si suena a hueco es que ya está listar. Enharina el bol, coloca la masa dentro y déjala reposar 1 hora más o menos tapada con un trapo hasta que doble su tamaño.