Todavía estamos a tiempo de encontrar en el mercado habas, quizás las últimas de la temporada pero no por ello menos sabrosas y premiarnos con un sencillo arroz acompañado de pollo y morcilla de carne.
Con estas cantidades de arroz y agua obtenemos una textura un tanto melosa, no caldoso pero no tan seco como una paella.
Empezaremos haciendo la picada, base de todos los arroces. Limpiar la ñora de pepitas y en la olla que vayamos a hacer el arroz freírla (como siempre vigilar que no se queme, ya que amargaría). Ponerla en una mortero con un poco de sal y cuando esté fría picar hasta que se haga polvo. Añadir al mortero los ajos pelados y el perejil cortado. Seguir picando hasta conseguir un majado, reservar.
En el mismo aceite de freír la ñora doraremos los dados de pechuga de pollo y los trozos de morcilla de carne. Sacar y reservar. Saltear también las habas teniendo cuidado que que no se nos abra mucho la piel. Sacar y reservar.
Una vez sofrito las habas y la carne , procederemos con el arroz dándole un par de vueltas y añadiendo el tomate rallado y la picada. Incorporar el pollo, la morcilla y por último las habas con cuidado. Remover para que todo se integre.
Añadir el agua, el azafrán o colorante alimentario y rectificar de sal.
Llevar a ebullición y dejar cocer hasta que el arroz esté en su punto, vigilando para que no se nos pase.