Lavarlos bien. Abrirlos y retirar la espina hasta dejar solamente la cola. También se puede comer con la espina, pero, sobre todo se elimina por su facilidad al comer y en el caso de que haya niños.
Salar y rebozar con harina. Se fríen vuelta y vuelta en una sarten con un dedo de aceite.
Al sacarlos, colocarlos en una fuente cubierta con papel de cocina, para absorber un poco el exceso de aceite.
Se riegan con un poco de limón al gusto y se toman calentitos junto con una ensalada para acompañar.
Gracias! :D