Yo he hecho las espinacas al vapor, pero las podéis hacer hervidas y bien escurridas luego. Mientras se van haciendo las espinacas, le quitamos la piel al salmón, desmigamos y lo pasamos un poquito por la sarten con aceite caliente y un ajo cortado muy pequeñito. En cuanto cambie de color, lo quitáis del fuego y reserváis.
Hacemos una bechamel, yo con la thermomix, pero si no tenéis, ya sabéis que el secreto para que no salgan grumos está en dejar que la harina se cueza bien.
Ponemos las placas de lasaña a hidratar si son de las precocinadas o a cocer si son de las normales.
Mezclamos las espinacas con el salmón y le vamos añadiendo bechamel, hasta que tenga la consistencia que nosotras queramos.
Y montamos la lasaña: una capa de placa, una de relleno, otra de placa... acabamos con una de placa. Vertemos por encima la bechamel y espolvoreamos con queso rallado.