Descongelar la base de pizza, también las venden frescas de modo que si es así no hace falta. Por otro lado, si el tomate triturado no está preparado tenemos dos opciones: prepararlo en una cazuela durante unos 15 minutos con un poco de aceite, un cuarto de cucharilla de sal y media de azúcar; o simplemente en un bol ponerle al tomate la misma cantidad de azúcar y de sal que en la primera opción y luego que se haga en el horno.
Poner en la base de pizza una fina capa de salsa de tomate, poner parte del queso mozarella. A continuación, extender las rodajas de aceitunas, el jamón en taquitos y la pechuga de pollo (más bien un filete) en tiras. Añadir más queso mozarella por encima y poner una pizca de orégano.
Previamente hemos calentado el horno a 220 ºC, de modo que la pizza estará unos 20 minutos en el hasta que esté el queso fundido y ligeramente gratinado.