Primero que nada lava y deshuesa la pechuga de pollo de modo que quede lo más entera posible. Con el hueso haz un caldo en 1/2 litro de agua. Resérvalo.
Coloca una parte de la pechuga en una bolsa de nylon transparente y golpeala suavemente.
Para evitar que se rompa, utiliza un mazo de madera para extender nla carne suavemente, evitando que ésta se rompa.
Sobre la carne extendida del pollo, coloca la tajada de jamón y sobre éste tiritas finas de pimentón, zanahoria, cebolla y perejil, y por último ajo, pimienta y sal a gusto.
Luego la pechuga se enrolla y amarra firmemente con pitilla o hilo firme y medianamente grueso.
En un sartén con un poco de aceite se fríe la pechuga por todos lados.
Retoma el caldo que preparaste anteriormente y pon a cocer en él cuidadosamente el arrolladito, cuidando que quede cubierto sólo hasta la mitad y dándolo vueltas cada cierto tiempo.
Una vez cocido el arrollado se retira del caldo y se sirve acompañado de arroz o ensaladas.
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Excelnte gracias