Aunque llegue el calor, hay momentos en los que apetece tomar un trocito de tarta, al menos en mi casa.
Para esas ocasiones nada mejor que esta rica tarta trufa de naranja con avellanas.
Además de una preparación rápida y sin horno, el resultado es espectacular por lo sabroso y la mezcla de texturas tan buena que queda.
Fue la tarta elegida para celebrar el cumpleaños de mi marido junto al santo de mi hermano y mi hijo pequeño, todo en uno ;)
Desde luego es una auténtica delicia en el paladar pero inten
Tradicional : En un cazo ponemos a calentar la nata sin que llegue a hervir. Cuando esté caliente añadimos el chocolate troceado y retiramos del fuego, movemos bien hasta que se funda del todo, con el calor residual lo hará.
Agregamos la naranja rallada y el coñac, mezclamos bien.
En la fuente en la que vamos a servir la tarta, ponemos un aro de un molde desmontable para que quede pareja la tarta. Un poco de trufa en la fuente que sirva de "pegamento" y 3 obleas, sobre ellas vertemos la mitad de la trufa de naranja, otras tres obleas y el resto de la trufa dejando una poca reservada.
Troceamos casi todas las avellanas, toscamente, dejamos algunas enteras. Las mezclamos con la trufa que habíamos reservado y vertemos sobre la superficie.
Reservamos en el frigorífico para que tome cuerpo.
Esta tarta está mejor de un día para otro pero recomiendo sacarla del frigorífico varias horas antes para que el chocolate esté jugoso.
Thermomix : Vertemos la nata en el vaso y calentamos a 90º, 4 min., vel. 4
Mientras troceamos el chocolate.
Cuando termine de calentar la nata agregamos el chocolate y lo dejamos que empiece a fundirse con el calor que hay dentro del vaso.
Echamos la piel de la naranja rallada y mezclamos unos segundos en vel. 6. Añadimos el coñac.
En la fuente en la que vamos a servir la tarta, ponemos un aro de un molde desmontable para que quede pareja la tarta. Un poco de trufa en la fuente que sirva de "pegamento" y 3 obleas, sobre ellas vertemos la mitad de la trufa de naranja, otras tres obleas y el resto de la trufa dejando una poca reservada.
Troceamos casi todas las avellanas, toscamente, dejamos algunas enteras. Las mezclamos con la trufa que habíamos reservado y vertemos sobre la superficie. Reservamos en el frigorífico para que tome cuerpo.
Esta tarta está mejor de un día para otro pero recomiendo sacarla del frigorífico varias horas antes para que el chocolate esté jugoso.