Necesitamos una botellita muy limpia en la que conservaremos el aceite. Este tipo de botellas de cristal como la que veis en la foto son muy prácticas ya que además quedan muy vistosas, al verse los ingredientes del interior.
Colocamos el diente de ajo con piel en el frasco. Limpiamos muy bien el romero, con un papel de cocina humedecido, por ejemplo, y lo secamos a conciencia. Lo introducimos en el frasco y rellenamos con aceite de oliva virgen extra. Evidentemente, cuanto mejor sea el aceite, mejor será el resultado.
Lo tenemos que dejar reposar en un lugar oscuro y seco al menos un mes para que coja bien los aromas. Una vez pasado este tiempo, podemos usarlo para ensaladas, carnes, pescados. Colocamos el tomate partido en trozos no muy grandes y sobre él, el queso y el salchichón cortados en cubos de 1 cm.
Aliñamos tan sólo con una pizca de sal y un buen chorro de un buen aceite de oliva. No olvideís un buen pan y una copa de vino para acompañar a esta ensalada repleta de sabor.