Descongelamos los langostinos y los lavamos. Ponemos una cazuela con abundante agua a hervir.
Cuando el agua hierva a borbotones añadimos la sal, las hojas de laurel y metemos los langostinos y cuando vuelva a romper el hervor contaremos 1 minuto o 3 si son grandes.
Pasado el tiempo, los escurrimos y los pasamos inmediatamente a un recipiente con agua muy fría y sal. Removemos para disolver la sal y agregamos abundantes cubitos de hielo. Si vemos que el agua se templa, añadimos más hielo.
Mantenemos los langostinos en esta salmuera unos minutos y los pasamos a un plato bien tapados con un paño limpio mojado. Introducimos en la nevera hasta el momento de servir. Acompañamos de mayonesa.