Descongelamos la masa quebrada. En un recipiente no muy alto, ponemos un poco de papel de horno y sobre él acomodamos la masa quebrada dándole la forma del molde. Cortamos los bordes que sobresalgan. Ponemos otro trozo de papel encima y sobre él legumbre vieja para hacer peso o bien un recipiente que le haga mantenerse la masa sin que suba. Introducimos al horno precalentado, 15 minutos a 180 grados.
Batimos 2 huevos con un brick de nata, sal y nuez moscada. Le añadimos una cucharada de queso philadelphia. Luego le añadimos el queso parmesano rallado y por último, las espinacas que habremos cocido unos minutos y habremos escurrido.
Luego las hemos refrito en una sartén con un poco de aceite y unos dientes de ajo y unos piñones. Añadimos unas pasas y vertemos la mezcla en el molde con la masa quebrada. Hornearemos unos 20 minutos a 180 grados. Pinchamos con un palillo y si sale seco, ya está.
Comentarios de los miembros:
Muy buena receta.