Comenzó el curso y con él los panecillos viajeros.
Además en formato individual que me viene mejor para dividir para las dos casas y que no tengamos peleas ni celos infundados...
Buscando siempre la receta perfecta para casa en el sentido de panecillo tierno pero con sabor, esponjoso pero sin "grasas" raras para que aguanten más tiempo, en definitiva, pan para mis niños, me fui al blog de Hilmar que es fuente inagotable de buenas recetas de pan.
Mezclamos todos los ingredientes menos la mantequilla y amasamos unos minutos, que esté todo bien integrado. Agregamos la mantequilla que la tendremos a temperaura ambiente, amasaremos hasta que se forme una masa elástica y brillante, que no se nos quede pegada ni a la superficie de trabajo ni a nuestras manos.
Pincelamos un bol con un poco de aceite, ponemos la masa dentro y la tapamos, dejamos reposar durante 1 hora o hasta que doble su volumen. Dividimos la masa en porciones de 40 gr., formamos bolitas con cada porción, tapamos y dejamos reposar 15 minutos. Espolvoreamos con un poco de harina sobre cada bollito, marcamos con un marcado de pan de forma que la incisión casi toque la mesa pero sin llegar a dividir el bollito, así no desaparecerán en el último levado ni al hornearse.
Ponemos los panecillos sobre una bandeja con papel vegetal, que estén separados entre sí y tapamos mientras reposan unos 40 minutos o hasta que doblen su volumen. Horneamos con el horno precalentado a 200º durante 15 minutos, que estén un poco dorados. Enfriamos por completo sobre una rejilla.