1- En el librillo de hacer pan, mezclaremos la harina con dos puñados de sémola fina, un buen puñado de sal, y iremos echando agua poco a poco amasandolo. Os aconsejo que vayais poco a poco para que vaya cogiendo forma. 2-Amasad bien unos 15 minutos. Los movimientos de amasado pueden ser: a) Con los puños cerrados, y presionando con los nudillos. b)Cogiendo los extremos de la masa y metiendolos hacia el interior. Aunque no tenga levadura vereis que si esta bien amasado empieza a incharse sutilmente. Cuando esté bien homogeneo y elastico dejaremos reposar unos 15 minutos. 3-Cogeremos la masa y empezaremos a hacer bolitas pequeñas, bien amasadas (que no queden marcas ni arrugas) del tamaño de una mandarina grande. La untaremos con aceite y las dejaremos reposar en una bandeja unos 15 minutos más. 4-Untad la mesa con aceite y cogeremos una de las bolas, tenemos que irla estirando y amasando con las manos hasta que quede una redonda tan fina que se transparente la mesa (como podeis ver en la foto) Una vez conseguido ésto, salpicaremos aceite y despues sémola de trigo. Doblaremos desde un extremo a la mitad de la redonda, y el otro extremo tambien. Hasta entonces os quedará una masa doblada con forma rectangular, pondremos de nuevo un poco de aceite y sémola. Ahora volveremos a doblar el primer extremo a la mitad del rectangulo y despues el otro extremo formando así un cuadrado. 5- Ponemos una sartén especial para rgaifs (antihaderente) con un poquito de aceite a fuego medio. Mientras se calienta debeis coger el cuadrado en una bandeja y volved a estirarlo hasta que quede la rgaif fina con el tamaño cuadrado y fino como una crepe. 6-Lo cocinaremos con vuelta y vuelta en la sartén, poniendo de vez en cuando un poco de aceite, y así iremos haciendo una tras otra.
Nota 1: La sémola se espolvorea entre las diferentes capas para que al cocinarla queden marcadas las diferentes láminas separadas y el aceite para que no se peguen. Nota 2: Teneis que organizaros con el trabajo porque mientras una se cocina tendreis que ir haciendo la otra masa, así que poneros el fuego medio. Nota 3: Si al cocinarla se empieza a inchar la rgaif, no os asusteis o lo pincheis es muy buena señal y significa que la masa está bien amasada. Y ahora a comer, ya vereis que ricas, pronto os presentaré otra receta para las rgaifs al horno con poco aceite (para las dietas) y otra con especies y carne picada, riquíssima! Ahora ya que teneis las rgaifs Están muy ricas con mantequilla y miel, o tambien saladas con quesitos o con mortadela.