Calentar el horno a 200ºC. Colocar las rodajas de calabacín en una fuente de horno, con harmonía. Espolvorear con el ajo picado, la albahaca y el orégano. Regar con el agua. Salpimentar. Regar con el aceite y espolvorear con el queso rallado.
Cubrir con una hoja de papel vegetal y hornear a 200ºC - durante 20 minutos. Apartar el papel y dejar asar 5-7 minutos más, hasta que el queso haya derretido. Sacar del horno y servir enseguida.