Salpimentamos el muslo deshuesado y ponemos a freír por la parte de la piel. Esta soltará el aceite del pollo y se freirá con ella. Le vamos dando la vuelta para que se frían ambas caras
Por otro lado cocemos un poco de arroz en agua. Lo escurrimos y lo freímos en otra sartén con una cucharada de aceite. Así se elimina el sobrante de humedad y se quedará crujiente.
Y ya solo queda emplatar y echar un buen chorro de limón!!