En una fuente de un litro de capacidad, que pueda ir al horno, poner la fruta sin hueso y cortada en trozos medianos. Mejor si no está demasiado madura, o se deshará demasiado.
Espolvorear por encima el azúcar y poner en el microondas 2 minutos a máxima potencia. Si la fruta estaba demasiado madura y suelta demasiado jugo, retirar un poco de líquido antes de seguir (se puede utilizar luego sobre el crumble una vez terminado).En un bol, mezclar la harina con el ázucar y la mantequilla cortada en trocitos, pero muy, muy fría ( mejor cortarla en dados y poner en el congelador unos minutos así cortada).
Mezclar con la punta de los dedos hasta que adquiera el aspecto de migas de pan o pan rallado grueso. No trabajar esta masa en exceso o no quedará una costra crujiente, que es lo que se busca.
Cubrir con esta mezcla la fruta, poner algunos arándanos por encima y poner en el horno, 30 a 45 minutos a 180 grados.Se puede tomar acompañado de mascarpone, de nata montada ligeramente azucarada, de helado de nata, vainilla, o como yo he preferido: con el helado de mascarpone y algunas frutas del bosque.
Este mismo crumble se puede hacer con otras frutas: melocotones, manzanas, albaricoques, se pueden añadir frambuesas, moras, mezclar frutas.... y da un resultado rústico, y de contraste perfecto entre la cobertura crujiente y los jugos de las frutas.
Comentarios de los miembros:
Tiene muy buena pinta y no parece complicado