Preparar el bizcocho genovés: la receta es cortesía de Karolina y su blog Fuchicando en mi cocina. A Karolina le debo muchas cosas que actualmente sé sobre la repostería, especialmente sobre los bizcochos, su horneado, etc. Karolina es una excelente repostera, no tienen más que visitar su blog. No voy a explicar cómo lo hice, porque ella en su blog lo explica maravillosamente bien y considero que yo no aporto nada nuevo, así que les remito a su receta. Sólo voy a decir que este bizcocho debe hacerse con suficiente antelación, porque debe cortarse bien frío.
Hacer el merengue italiano: Sara en su blog Las recetas de Sara nos enseña a preparar el mejor merengue que puedan imaginar. Brillante, sólido pero manejable, que no hace nada de agua. Permanece inalterable durante días, cosa que puedo asegurar. Tampoco voy a explicarlo, porque Sara tiene preparado un tutorial con fotos que es una maravilla. Yo voy a repetirlo muchas veces, pues es la primera vez que consigo un merengue tan espectacular. ¡Gracias, Sara!. Yo hice el merengue el día anterior a montar la tarta y lo dejé en la nevera tapado en un bol grande.
Almíbar de la tarta: mezclar el agua, el anís y 2 cucharadas de la mermelada de frambuesa. Meterlo en el microondas durante 20 segundos. Dejar enfriar antes de usar.
Montar la tarta: cortar horizontalmente el bizcocho de modo que obtengamos 3 planchas. Se corta muy bien este bizcocho, así que, háganlo sin miedo. Humedecer la plancha base con el almíbar y cubrir con la mitad de la mermelada, extendiendo bien para que quede nivelada. Colocar encima la segunda plancha de bizcocho, humedecerlo con el almíbar y cubrirlo con la mermelada. Coronar con la última plancha de bizcocho, humedecerlo y reservar hasta el día en que vayamos a servir la tarta. Forrar el contorno de la tarta con una capa fina de merengue. Verter bastante merengue en la parte superior de la tarta, intentando que nos quede una capa espesa pero nivelada. Con una cuchara, hacerle las formas que prefiramos. Colocar los bizcochos de soletilla en todo el contorno de la tarta, cortando parte del bizcocho hasta lograr el alto que queramos. Yo quise que sobresaliesen bastante de la capa de merengue, pero, si lo prefieren más cortos, sólo tienen que cortar más bizcocho.
Quemar el merengue con el soplete: hacer hincapié en los "picos" o elevaciones del merengue, de modo que obtuve como dibujo una especie de caparazón de tortuga. El olorcito que desprende el merengue quemado es realmente una maravilla.
Decorar la falsa charlota: sólo queda adornar nuestra charlota con un bonito lazo. ¿Les gusta...?. Les voy a contar un secretillo. Hice dos tartas exactamente iguales, salvo los dibujitos del merengue quemado y en unos 15 minutos desaparecieron por completo.