Termina tu comida con un postre ligero y refrescante como es esta mousse de limón. Una receta sencilla que se hace sin horno y con la que conseguiremos un suave y esponjoso bocado; perfecto para poner punto y final a nuestro menú del día a día:-)
Si tú también quieres disfrutar de este gran clásico de la repostería no dudes en seguir el paso a paso de la receta que te explicamos con todo detalle justo aquí ↓
Lava bien los limones. Ralla su cáscara y extrae el jugo. Reserva. En un bol, pon las claras de huevo y bate con unas varillas eléctricas. Sin dejar de batir, ve añadiendo el azúcar. No lo eches todo de golpe, hazlo en varias tandas. Sigue batiendo hasta conseguir que las claras se monten a punto de nieve (al levantar las varillas se formarán picos)
En otro bol, añade la nata (crema de leche) y el queso mascarpone. Con unas varillas eléctricas bate hasta que se forme una crema consistente. Ahora, añade la ralladura de los limones y el jugo. Con la ayuda de una espátula, mezcla suavemente.
Añade la mitad de las claras montadas al bol con la nata y el mascarpone. Con la ayuda de una espátula, mezcla las dos preparaciones de forma delicada y haciendo movimientos envolventes. Añade el resto de las claras y vuelve a mezclar.
Cuando esté todo bien mezclado vertemos la mousse en una manga pastelera con una duya o boquilla pastelera de apertura ancha. Pon la mousse en los vasos o en otros recipientes de tu elección. Tapa con papel film y refrigera durante toda la noche (de 3 a 12 horas).
Para la decoración hemos optado por rallar un poco de limón por encima y colocar una rodaja de limón en el borde de nuestro vaso. ¡Y listo!
Esta elaboración lleva huevos crudos (conviene usar huevos bien frescos, de calidad y no dañados o usar huevos pasteurizados) conviene comerlos en un máximo de dos días. Consérvalos refrigerados hasta el momento de servir y bien tapados.
Gracias!!