Dentro de un vaso batidor ponemos la leche condensada, la mantequilla, las 4 rodajas de piña y su zumo y batimos con la batidora hasta que obtengamos una crema.
En un molde rectangular vamos poniendo capas de bizcochos y de la crema de piña, empezando y acabando con una capa de bizcochos. Metemos el pastel en la nevera y lo dejamos enfriar un día entero.
Al día siguiente desmoldaremos el pastel y lo untaremos por encima con mermelada de melocotón. Por último espolvorearemos por encima las virutas de chocolate y lo decoraremos con la fruta que más nos guste.