Ahora en otoño ya no apetece tanto, pero como es una delicia muy facilona y rápida de hacer, la metemos en El Tuper para que no se nos olvide. Esta es la típica receta que te salva la vida cuando se te presentan invitados de un día para otro. El resultado es impactante, sobre todo si se tiene en cuenta el poco tiempo que cuesta hacerla.
Se carameliza un molde rectangular. Se le quita el caldo a la piña y ser reserva.
Se bate la piña y las 3 cucharadas de azúcar con el robot de cocina y se reserva esta mezcla.
En un vaso de agua se disuelve la gelatina de piña. Se añade a la mezcla anterior. La mezcla resultante se pone a calentar a fuego medio removiendo frecuentemente.
Cuando la mezcla está caliente y justo antes de que comience a hervir, se añade la nata y se retira del fuego. Toda la mezcla se vierte en el molde caramelizado.
En el caldo de la piña se remojan ligeramente los bizcochos Martínez que seguidamente se colocan cubriendo la mezcla anterior en el molde.
Se mete en la nevera y se deja enfriar durante la noche. Al día siguiente se desmolda y se sirve frío.