Precalentamos el horno a 180º.Ponemos una hoja de papel vegetal en la bandeja del horno. La untamos de mantequilla y rociamos con harina.
Plancha de bizcocho: en un bol montamos los huevos con el azúcar hasta que estén blanquecinos y cremosos.
Tamizamos la harina, la maicena y la levadura, se la añadimos a poquitos a los huevos montados y por último la mantequilla derretida.
Se integran bien los ingredientes con cuidado no se bajen los huevos.Extendemos en la bandeja de horno ya preparada.
Horneamos unos 12 - 14 minutos. Dejamos enfriar.
Almíbar: Mezclamos el agua con el Frangelico.Una vez frío el bizcocho lo untamos con la crema de cacao con avellanas.
Cortamos en tiras finas a lo largo, de 1cm de ancho, más o menos.
Ponemos un molde desmontable encima del plato de presentación y vamos enrollando las tiras de bizcocho hasta cubrir todo el diámetro del molde.
Mojamos el bizcocho con la mitad del almíbar. Preparamos otro rollo del mismo diámetro y reservamos.
Crema: Se montan bien montados los huevos con el azúcar mascabado hasta que duplique su volumen. Se pone a hidratar la gelatina.
Se monta la nata y se le añade el dulce de leche.Mezclamos ambas cremas con movimientos envolventes. Escurrimos la gelatina, la calentamos unos segundos al microondas y la mezclamos con el Frangelico. Todo esto se lo añadimos con cuidado al total de las cremas.
La crema se pone encima del rollo de bizcocho, se alisa la superficie y se deja en la nevera una hora hasta que cuaje. Se pone encima el otro rollo de bizcocho enrollado.
Se monta la nata con el azúcar y el estabilizante. Se pasa a una manga pastelera y se cubre toda la superficie y los lados de la tarta.
Con la nata restante se decora a gusto de cada uno. Se mete en la nevera durante 8 horas o también se puede congelar. Se desmolda y se espolvorea con cacao puro.