Primero hacemos el caramelo, s echando en una sartén unas cucharadas de azúcar, a razón de 6 por 100 gr de azúcar, y vamos removiendo sin parar hasta que se haga el caramelo, el cual echamos inmediatamente en el molde donde vayamos a hacer la tarta. Encima del caramelo vamos colocando las rodajas de piña, que también puede ser en almíbar, en mi caso la compré al natural, por eso de que ya están bastante dulces los sobaos. Vamos colocando los sobaos encima de la piña con cuidado de que no nos queden huecos, que queden los sobaos apretaditos y bien colocados. En un cazo echamos el jugo de la piña y un brick pequeño de nata, calculando que un sobre de gelatina necesita aproximadamente un litro de líquido; yo le añadí también leche. Ponemos a hervir y cuando esté hirviendo retiramos del fuego y añadimos la gelatina, mezclando hasta que se disuelva completamente. Echamos la mezcla encima de los sobaos, y solamente nos queda dejar que la tarta se enfríe para meterla en el frigo donde deberá estar bastante tiempo para que cuaje la gelatina, con lo que os recomiendo hacerla el día anterior. Si queréis decorarla un poquito más, os quedará preciosa con una cerecita dentro de cada rodaja de piña.
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