Ponemos a remojo en agua fría 3 hojas de gelatina para que se hidraten. En un cazo ponemos el agua y la mistela de moscatel a calentar. Cuando empiece a hervir dejamos un par de minutos. Apartamos del fuego y añadimos la gelatina escurrida.
Removemos bien con unas varillas y dejamos enfriar un poco. Mezclamos con el huevo hilado. Lo ponemos en la base de un molde, si no utilizáis de silicona mejor que pongáis un poco de papel film para evitar problemas a la hora de desmoldar.
Metemos en el frigorífico y esperamos a que se cuaje un poco. Ahora vamos a preparar la mousse de queso. Ponemos a hidratar en agua fría las 6 hojas de gelatina. Calentamos la leche, incorporamos las hojas de gelatina escurridas.
Y mezclamos bien con la ayuda de unas varillas, dejamos que se enfríe un poco. Montamos la nata, no muy fuerte. Le añadimos las especias al gusto, Zaira le puso cebolla en polvo pero no tener así que le puse una pizca de ajo en polvo, un poco de pimienta negra recién molida, sal y jengibre molido. Trituramos el queso de cabra junto con el queso crema. Mezclamos el queso con la leche y la gelatina.
Le incorporamos la nata. Y mezclamos. Sacamos de la nevera el molde con la gelatina de huevo hilado. Ponemos encima del huevo hilado una capa de jamón. Luego una de mousse de queso. Otra capa de jamón. Otra capa de queso y terminamos con una de jamón.
Envolvemos el molde en papel albal o film y metemos en el frigorífico. Debe estar al menos 5 horas para que cuaje bien, si podéis hacerlo el día antes mucho mejor. Desmoldáis sobre la fuente donde lo vais a servir.