Las acelgas crujen bajo una finísima capa de masa, y el contraste con la miel es absolutamente delicioso!, con deciros que ha sido mi comida hoy! Perfectos para un entrante original y refinado.
Mezclar en un cuenco, la harina con la sal, y añadir el agua fria muy poco a poco, y removiendo con un tenedor para evitar posibles grumos.
Añadir las acelgas picadas a la masa y mezclar muy bien. Reservar.
Calentar una sartén con unos dos dedos de aceite de oliva, cuando esté muy caliente, freir cucharadas de la mezcla. (aqui yo tuve problemas. Se me deshacían al caer en el aceite, así que os aconsejo que mantegais los buñuelos con dos tenedores hasta que cojan la forma)
Dorar por ambos lados y disponer en un cuenco de barro calentado en el horno.
Regar con un fino hilo de miel, y disfrutar de una deliciosa y crujiente experiencia!!!
no puedo decir cuanto tiempo permanecen crujientes, pues como ya he dicho, entre mi hija y yo hemos dado cuenta de ellos....al menos después de la sesión de fotos aún crujían!