La quiche, todos lo sabemos, es una tarta salada con base de masa quebrada (o pasta brisa) típica de la cocina francesa, de la región de Lorena, la famosa quiche lorraine. Esta es la original, pero como casi todo en cocina (y en la vida en general) tiene multitud de variantes, tantas como la imaginación te lo permita.
Esta que os traigo hoy tiene de quiche bastante poco, casi solo la masa quebrada de base y un recuerdo en el sabor cremoso del queso, pero yo la hice para aprovechar unos restos de la ma
Forramos unos moldes de magdalena con la masa quebrada. Mejor si son de silicona porque se desmoldan luego estupendamente, pero si no tenemos, una flanera de aluminio también puede valernos o las cápsulas de papel de las propias magdalenas.
Sobre la masa quebrada vamos poniendo media cucharada de queso mascarpone, unas tiras de salmón ahumado y un poco de queso rallado. Y continuamos con otra media cucharada de mascarpone, otro poquito de salmón ahumado y queso rallado.
Metemos al horno a unos 180º C durante 15-20 minutos, hasta que la superficie esté doradita. Sacamos y servimos caliente, aunque este tipo de tartas puede comerse fría o templada perfectamente, pero nosotros nos lo comimos recién hecho y estaba ¡buenísimo! El queso estaba todavía ligeramente líquido, fundido y nos supo a gloria.
Comentarios de los miembros:
Hechas en moldes de magdalenas (individuales), buen aperitivo. Hecha en molde grande, también buenisimo.