Llenamos una cazuela con agua, un chorrito de aceite de oliva, una hojita de laurel y 2 ajos. Ponemos al fuego.
Cuando empiece a hervir, echaremos la sal y añadiremos las hélices. Y dejamos cocer a fuego bajo hasta que estén al dente.
Mientras, vamos preparando el sofrito: tenemos la cebolla ya cortadita en juliana (como pasaremos la salsa por la batidora, no hace falta que la piquéis muy menudita) y, en una sartén con un poco de aceite de oliva, la salteamos.
Cuando esté transparente añadimos un diente de ajo picadito. Sofreímos unos minutos.
A continuación, añadimos el tomate (que habremos cortado en cubitos) y removemos con ayuda de nuestra cuchara de madera.
Añadimos el orégano y la sal. Y dejamos cocinar un par de minutos, removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue. Una vez lista la salsa, pasamos por la batidora
Batimos bien hasta que nos quede una salsita fina. Ahora ya, añadiremos el resto de los ingredientes de nuestro plato: el atún
Y ahora, las gambitas... Dejaremos que haga "chup, chup" unos minutos, dando vueltas con la cuchara de madera de vez en cuando. Cuando esté lista, retiramos del fuego y reservamos.
Escurrimos la pasta, que ya estará al dente... Y quitamos el laurel y los ajos. Ahora pasamos a la bandeja... La engrasamos ligeramente.
Cubrimos el fondo con una capa de queso y pan rallado. Ponemos una capita de salsa de tomate. Y añadimos las hélices.
Ummm... Cubrimos con la salsita de tomate. Espolvoreamos por encima una capa de queso y pan rallado.
E introducimos al horno precalentado a 180ºC. Dejamos gratinar hasta que esté doradito. Y ...Ñam, ñam!