El flan parisino o flan parisién, es un exquisito pastel francés al alcance de todos. Un postre que se elabora con pocos ingredientes y que, en boca, se debate entre el tradicional flan y la crema pastelera. Una verdadera delicia, de textura cremosa, pero a su vez firme y consistente, con intenso sabor a vainilla. Por lo general, se cocina sobre una masa de hojaldre o pasta quebrada pero justo hoy no teníamos así que, lo hemos hecho sin ella y el resultado ha sido realmente delicioso. Si tú también quieres disfrutar de este bocado, sigue nuestro paso a paso que te contamos justo a continuación.
Calentar la leche, la nata líquida y la esencia de vainilla en un cazo.
En un bol mezclar los huevos, el azúcar y la maizena.
Cuando la leche empiece a hervir, verter la leche en el bol con los huevos, mezcla bien y volver a poner en la cacerola.
Cocinar a fuego medio sin dejar de remover para que la mezcla no se pegue.
Cuando la mezcla haya tomado una consistencia espesa, verter en un molde previamente engrasado. Hornear durante 45 minutos, en un horno precalentado a 180°C.
Sacar del horno y dejar enfriar a temperatura ambiente durante 2 horas. Luego refrigerar en nevera un mínimo de 8 horas antes de desmoldar.
¿Cómo evitar que se pegue la leche? Para evitar que la leche se pegue, remueve constantemente con una cuchara de madera.
¿Cómo conservar mi flan parisino? Puedes conservar tu flan en buen estado por unos días siempre que lo guardes en la nevera. Recomendamos sacarlo 1 hora antes del refrigerador para que, al degustarlo, no esté demasiado frío.