Para confeccionarlo he utilizado un relleno basado en nata y chocolate, y lo he cubierto con buttercream de chocolate. Para el bizcocho he utilizado una receta de El Rincón de Bea, donde siempre encuentro recetas útiles, ya sea para rellenos, frostings o bizcochos :). En este caso yo utilicé dos moldes de 24 centímetros en vez de tres de 18 como indica la receta ya que no tengo de esa medida, y quedó muy bien.
Para confeccionarlo he utilizado un relleno basado en nata y chocolate, y lo he cubierto con buttercream de chocolate. Para el bizcocho he utilizado una receta de El Rincón de Bea, donde siempre encuentro recetas útiles, ya sea para rellenos, frostings o bizcochos :). En este caso yo utilicé dos moldes de 24 centímetros en vez de tres de 18 como indica la receta ya que no tengo de esa medida, y quedó muy bien.
Precalentamos el horno a 170º
Separamos las claras de las yemas y empezamos a montar las claras hasta que formen picos suaves, en ese momento añadimos 110 gr. del azúcar y seguimos batiendo hasta que forme picos firmes. Reservamos.
Mezclamos la mantequilla con el azúcar hasta que forme una crema esponjosa. Añadir a esta mezcla las yemas ligeramente batidas una a una, incorporando la siguiente cuando la interior ya esté bien incorporada a la mezcla. Añadir el extracto de vainilla y batir. A esta mezcla incorporamos un tercio de la harina tamizada junto con la sal, la Maizena y la levadura, mezclar y añadir un tercio de la leche, turnando los ingredientes hasta terminarlos de incorporar. Añadimos una cucharada de las claras montadas para aligerar la masa, y una vez integradas añadir la mitad de las claras, integrar con movimientos envolventes para preservar el aire, una vez mezclado añadir la otra mitad de las claras y repetir el proceso.
Cuando ya tengamos la masa, engrasamos los moldes que vayamos a utilizar y horneamos durante aproximadamente 25 minutos, comprobando el punto de cocción mediante un pincho o un cuchillo. Una vez terminada la cocción sacamos del horno, dejamos enfriar durante 10 minutos y desmoldar.
Consejos
Yo dejé reposar los bizcochos toda la noche para que la miga se asentara y no dejara migas en la cobertura, pero podéis montar el pastel cuando el bizcocho esté frío, aunque se corre el riesgo de que se desmigue y arruine el conjunto.
Preparación relleno: Preparación
Ponemos las láminas de gelatina en un bol con agua para que se hidraten y rallamos el chocolate Calentamos el agua, el extracto de vainilla y el azúcar hasta el punto de hervor, retiramos del fuego. Añadimos la gelatina y el chocolate, removiendo hasta que se integren. Vertemos en otro recipiente y dejamos enfriar. Mientras la mezcla enfría, montamos la nata. Una vez montada añadimos el chocolate y mezclamos con movimientos envolventes hasta que se integre, siempre con cuidado de que la nata no se baje.
Reservamos la mezcla en la nevera unos 10 minutos para que pierda temperatura y sea más fácil a la hora de rellenar el bizcocho.
Rellenar el bizcocho
Cogemos las planchas de bizcocho (ya sean dos o tres), ponemos una de ellas como base con la parte de abajo hacia arriba para que quede más recto y vertemos unas cuantas cucharadas del relleno, repartimos bien y colocamos la otra plancha encima. En caso de tener tres planchas repetiremos el proceso, y en caso contrario intentaremos quitar el exceso de relleno que sobresalga por los bordes a fin de dejarlo uniforme para cuando lo cubramos con el frosting.
Preparación frosting
Batimos el azúcar con la mantequilla hasta obtener una crema esponjosa, y una vez está bien integrado añadimos el cacao. Si no estamos muy seguros de cómo puede quedar la mezcla podemos ir añadiendo el cacao en cucharadas pequeñas hasta que tenga el sabor que buscamos (teniendo en cuenta que va a cubrir una tarta que ya contiene chocolate).
Cobertura de la tarta
Para cubrir la tarta, en primer lugar ponemos dos grandes cucharadas de frosting encima del pastel y vamos repartiendo con una espátula hasta cubrir la parte superior. Después vamos cubriendo los laterales hasta que toda la superficie tenga una fina capa. Una vez hecho esto vamos a ir cubriendo las zonas donde ha quedado menos cubierto y vamos perfeccionando la superficie hasta obtener la cobertura deseada (en mi caso dejé algunas marcas porque quedaba bonito, pero también se puede hacer completamente liso.
Una vez cubierta la tarta podéis hacer todas las decoraciones que queráis o simplemente dejarla como está, según las ganas de trabajar que os queden. Esta vez utilicé el resto del frosting que sobró para estrenar mi colorante rojo y hacer unas flores con la manga pastelera
Comentarios de los miembros:
La mejor
Buemisimmmooooo
K esuna hoja de gelatina
Una excelente tentanción
Debe estar muy rica...La haré el fin de semana.