Las castañas en sí son un fruto del otoño y dentro de la categoría de los frutos secos, es uno de los frutos con menos calorías y son ideales para combatir el estreñimiento por su contenido en fibra. Aunque ya no estén en temporada, podemos conservarlas y poderlas comer durante todo el año.
Hoy en día, podemos llevar a cabo distintos métodos de conservación, que seguro que os interesan muchísimo.
Antes de comenzar, lo que tenéis que saber es que nada más llegar a casa después de su recolecta o su compra, debemos mantener las castañas en un lugar fresco y seco. Se recomienda meterlas en una cesta o un recipiente agujereado para que pueda pasar el aire y evitar que se pudran. No se deben meter nunca en bolsas de plástico.