Son vistosas, deliciosas y perfectas para un snack saludable a media mañana o para la merienda. Los gajos de mandarina recubiertos de chocolate negro es una de esas recetas rápidas y fáciles de hacer a las que recurrir para saciar nuestros antojos. El combo de ingredientes es perfecto; por un lado, tenemos el refrescante sabor de la mandarina, que está en su punto óptimo en invierno y por otro el chocolate que siempre es bienvenido en nuestros postres. Luego sólo nos queda decorar con diferentes toppings y listo! Sigue nuestra receta explicada paso a paso para no perderte detalle ↓ ↓
Derretir el chocolate. Puedes hacerlo en el microondas (con cuidado de que no se queme) o al baño María.
Pelar las mandarinas y separar los gajos.
Bañar hasta la mitad cada uno de los gajos de mandarina en el chocolate fundido. Colocar los gajos ordenadamente en una bandeja forrada con papel de hornear.
Espolvorear con coco rallado, almendras picadas o pistachos picados. No dudes en variar los toppings.
Dejar enfriar a temperatura ambiente o en el frigorífico durante 1 hora y listo. ¡Que aproveche!
Con qué sustituir las mandarinas? Puede sustituirlas por gajos de naranja o de clementina, pero también por otras frutas como: manzanas, peras, rodajas de piña, fresas o trozos de plátano.
Qué chocolate tengo que utilizar? En esta receta hemos utilizado chocolate negro, pero no dudes en variar los sabores utilizando chocolate con leche o chocolate blanco.
Qué otros toppings puedo utilizar? Deja volar tu imaginación. Además de las almendras laminadas o del coco rallado, puedes probar con semillas de sésamo, unas escamas de sal Maldom, barquillos triturados, garrapiñadas, fideos de chocolate...
Puedo hacer esta receta con niños? Justo lo que te íbamos a sugerir. Es una actividad culinaria divertida y creativa, a tus hijos les encantará hacer esta receta a tu lado y seguro que se sentirán muy orgullosos del resultado ;-)
Cuánto tiempo se puede conservar esta elaboración? Una vez hechos, puedes conservar estos gajos de mandarina con chocolate durante unos 2-3 días en un recipiente hermético en el frigorífico.