¡Cuidado con lo que comes! Alimentos que pueden poner en riesgo tu salud

Si no es muy fresco , o si no se almacena correctamente, puede presentar riesgos para la salud:

• Presencia de parásitos : Muchos tipos de pescado pueden albergar parásitos como el anisakis, que provoca infecciones intestinales con síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea.

• Bacterias: El pescado crudo puede estar contaminado con bacterias como la salmonela, la listeria y la vibriosis, que pueden causar intoxicaciones alimentarias con síntomas similares a los de las infecciones parasitarias, pero más graves.

• Virus: Ciertos virus pueden estar presentes en el pescado crudo, como el virus de la hepatitis A.

• Toxinas: Algunos tipos de pescado pueden acumular toxinas naturales, como la tetrodotoxina del pez globo, que puede ser mortal.

El consumo de huevos crudos, aunque habitual en determinadas preparaciones culinarias, presenta importantes riesgos para la salud:

• Salmonella: Esta bacteria puede estar presente en la superficie de la cáscara y, en algunos casos, puede penetrar en el interior del huevo. Si el huevo se come crudo, la bacteria puede proliferar en el intestino y causar salmonelosis.

• Otras bacterias: Además de la salmonela, otras bacterias patógenas también pueden contaminar los huevos, aumentando el riesgo de otras infecciones.

Estos alimentos pueden estar contaminados por bacterias, virus, parásitos o residuos de pesticidas. Es esencial lavar bien las frutas y verduras antes de comerlas para evitar los siguientes problemas:

• Intoxicación alimentaria: bacterias como la salmonela, la Escherichia coli (E. coli) y la listeria pueden causar graves intoxicaciones alimentarias, con síntomas como diarrea, vómitos, calambres abdominales, fiebre y, en algunos casos, complicaciones más graves.

• Infecciones víricas: virus como el de la hepatitis A pueden contaminar frutas y verduras, sobre todo si se cultivan en condiciones antihigiénicas o se riegan con agua contaminada.

• Parásitos: algunas hortalizas crudas, sobre todo las cultivadas en suelos contaminados, pueden albergar parásitos que, si se ingieren, pueden causar infecciones intestinales.

Aunque los alimentos fermentados son ampliamente reconocidos por sus beneficios probióticos, es importante señalar que pueden presentar riesgos para la salud si no se preparan o almacenan correctamente:

• Proliferación de bacterias patógenas: durante la fermentación, si las condiciones no son óptimas, pueden proliferar bacterias patógenas como Clostridium botulinum. Esta bacteria produce la toxina botulínica, una de las neurotoxinas más potentes que se conocen, responsable del botulismo.

• Contaminación por otras sustancias: en algunos casos, los alimentos fermentados pueden estar contaminados por otras sustancias nocivas, como metales pesados o micotoxinas, dependiendo de las condiciones de producción y de las materias primas utilizadas.

Comer carne poco hecha, sobre todo de pollo, puede exponerle a una serie de riesgos para la salud, relacionados principalmente con la presencia de bacterias patógenas. Estos riesgos son los siguientes

• Intoxicación alimentaria: comer carne poco hecha puede provocar síntomas como diarrea (a veces con sangre), calambres abdominales, náuseas y vómitos, fiebre y dolores de cabeza.

• Otras infecciones: En raras ocasiones, comer carne cruda o poco hecha puede asociarse a otras infecciones, como la toxoplasmosis o la triquinelosis.

• Comprar a productores fiables: elegir productos frescos y de temporada puede reducir el riesgo de contaminación.

• Almacenar los alimentos correctamente: respetar la cadena de frío y conserve los alimentos en las condiciones indicadas en las etiquetas. Congele el pescado antes de comerlo crudo, por ejemplo.

• Cocinar bien: Cocinar bien los alimentos, especialmente la carne, el pescado y los huevos. Cuando prepares alimentos con huevos crudos, pasteurícalos siempre.

• Lavar bien la fruta y la verdura: aunque sean ecológicas, siempre es recomendable lavarlas bien antes de consumirlas.