La nevera es uno de los electrodomésticos más importantes de nuestra cocina, y por una buena razón: ayuda a frenar el crecimiento de bacterias que podrían causarnos ciertas enfermedades. Cuando cocinamos los alimentos, eliminamos la mayoría de los microorganismos presentes. Sin embargo, si dejamos esa comida fuera del frigorífico durante demasiado tiempo, las bacterias restantes empiezan a multiplicarse rápidamente y pueden provocar intoxicaciones alimentarias.