El 100% de las latas de atún analizadas en Europa contienen mercurio según revela este estudio realizado por un laboratorio independiente

El mercurio, sustancia venenosa que se libera especialmente al extraer y quemar carbón, acaba en el océano. Una vez que entra en los ecosistemas marinos se convierte en metilmercurio, la forma más peligrosa de esta sustancia química, donde se acumula en los peces, y especialmente en el atún debido a su posición en la cadena alimentaria. Los efectos del metilmercurio en la salud humana son realmente preocupantes: trastornos neurológicos, repercusiones en el desarrollo cognitivo, etc. Por tanto, el simple consumo de atún en conserva podría suponer un grave riesgo. La asociación BLOOM ha puesto en evidencia este problema sanitario al detectar que está presente en todas las latas de atún analizadas.

Lo que resulta especialmente chocante de este caso es la tolerancia aplicada al atún. Mientras que el límite de mercurio para otros pescados está fijado en 0,3 mg/kg, el límite para el atún es tres veces superior. ¿Por qué tal diferencia? Según las ONG, se trata de un compromiso económico: permitir la venta del 95% del atún disponible, a pesar de su alto nivel de contaminación. Las asociaciones denuncian esta norma que, en lugar de proteger a los consumidores, parece estar ahí para apoyar el mercado del atún. En palabras de Foodwatch: "No se puede confiar en una norma que no protege la salud ".

El estudio de BLOOM sobre mercurio en el atún enlatado ha revelado que en España, marcas ampliamente consumidas como Carrefour, Mercadona y Lidl se encuentran entre las evaluadas. La presencia de mercurio en estas marcas es motivo de preocupación. Ante esta situación, las ONG piden medidas urgentes: rebajar los límites de mercurio del atún a 0,3 mg/kg, como para otras especies de pescado, y una revisión de las normas europeas de seguridad alimentaria, con el fin de garantizar la accesibilidad a productos más seguros y proteger a los consumidores de los efectos neurotóxicos del mercurio.

Los consumidores se encuentran ahora en una situación complicada: ¿deben evitar el atún enlatado? ¿Deben buscar opciones más seguras? Aunque limitar el consumo de atún enlatado pueda parecer la solución más fácil, las ONG subrayan que son los supermercados y los fabricantes los que tienen la responsabilidad de garantizar que sus productos cumplen las normas de seguridad más estrictas.

El objetivo de este artículo es ofrecer información precisa y objetiva, sin crear alarmismos injustificados. Sin embargo, es evidente que para proteger la salud pública es necesario un mayor compromiso, más transparencia y una estricta regulación. Se recomienda al lector que investigue el tema consultando diversas fuentes científicas y que adopte una dieta variada y equilibrada.