No cometas este peligroso error al apagar un incendio de grasa

Bastan unos segundos. Solo eso. Un descuido, el aceite empieza a humear en la sartén, un pequeño parpadeo… y de repente, fuego.
Puede que esto te resulte familiar: Carmen estaba preparando la cena cuando, de repente, sonó el teléfono. Atendió la llamada, descuidando por un instante lo que hacía. El aceite en la sartén comenzó a humear. En cuestión de segundos, las llamas se apoderaron de la cocina.
Situaciones como la de Carmen son más comunes de lo que pensamos. Según datos publicados en La Vanguardia, en España se producen una media de 47 incendios diarios en el hogar, y el 60% de los siniestros con fuego se originan en las cocinas. Conocer cómo prevenir y actuar ante un incendio en la cocina puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.
El peor error que podrías cometer
Lo primero que muchos intentan es echar agua. Un reflejo automático. Pero con la grasa ardiendo, el agua es como gasolina. Se hunde bajo el aceite, se convierte en vapor al instante y, al expandirse, lanza una bola de fuego fuera de la sartén. Nunca uses agua para apagar fuego causado por grasa; esto puede provocar una explosión y expandir las llamas.
El segundo error es intentar mover la sartén. Las llamas trepan por el mango, el aceite se derrama y, en cuestión de segundos, el fuego ya no está solo en la cocina: está en la encimera, en el suelo, en la ropa.
La solución segura y efectiva
La respuesta es más simple de lo que parece: desliza una tapa metálica sobre la sartén. Si no tienes una tapa a mano, usa una bandeja de horno metálica. Sin oxígeno, el fuego muere. Apaga el fuego y espera al menos diez minutos antes de retirar la tapa. Cuando lo hagas, aléjala de tu rostro para evitar el golpe de calor o posibles llamas residuales.
¿Extintor? Sí, pero no cualquiera. Debe ser uno de clase K, diseñado específicamente para grasas y aceites. Empléalo siguiendo las instrucciones.
Si el fuego ha escapado de la sartén, si se ha propagado, si está trepando por los armarios o si no puedes controlarlo, evacua de inmediato. Cierra las puertas al salir para contener las llamas y llama al 112.
Prevención: la clave para evitar desgracias
Nunca dejes la cocina desatendida. Si necesitas alejarte, apaga los fogones.
Evita distracciones como el teléfono móvil. Un instante de descuido puede ser suficiente para que se desate un incendio.
Mantener siempre las sustancias inflamables lejos delas fuentes de calor.
Colocar el mango de las sartene s y los cazo siempre hacia dentro.
Instala detectores de humo. Son esenciales para alertarte a tiempo en caso de fuego.
Mantén la campana extractora limpia. La acumulación de grasa puede ser un combustible para el fuego. Limpia regularmente los filtros y superficies.
Lo que nunca debes hacer
- Nunca uses agua para apagar fuegos de grasa. La Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA, por sus siglas en inglés) advierte específicamente contra esta práctica.
- No intentes mover el recipiente en llamas.
- No utilices materiales inadecuados para sofocar el fuego. Aunque se ha sugerido el uso de sal o bicarbonato de sodio, estas prácticas no son recomendadas por los cuerpos de bomberos debido a la cantidad necesaria para ser efectivas y la dificultad de aplicación. Además, el uso de harina u otros polvos puede ser peligroso y aumentar el riesgo de propagación del fuego.
- No uses paños o toallas húmedas. Podrían secarse rápidamente y prenderse fuego, empeorando la situación.
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