¿Sabías que algo tan sencillo como beber un vaso de agua antes de ducharse puede aumentar nuestro bienestar? Este hábito aparentemente trivial es más poderoso de lo que parece, ya que ayuda a todo, desde mejorar la circulación sanguínea hasta favorecer el equilibro de la temperatura corporal. Ya sea para evitar molestias como los mareos o para potenciar los efectos relajantes de un baño, incluir un vaso de agua en tu rutina puede marcar la diferencia. ¡Descubre las 5 sorprendentes razones por las que esta práctica es una aliada para tu salud!