¿Por qué se aconseja añadir sal al café?

El café de la mañana suele ser un ritual sagrado para muchos de nosotros, ¡y es difícil levantarse con buen pie sin él! Tanto si lo prefieres solo como con leche, azúcar o incluso un toque de nata, hay un pequeño truco que podría transformar tu experiencia gustativa: añade una pizca de sal. Sí, así es. Puede parecer una práctica extraña, pero esconde beneficios insospechados.
Un consejo de abuela validado por la ciencia
La idea de añadir sal al café no es nueva. Nuestras abuelas ya utilizaban este método para suavizar el amargor del café, y hoy la ciencia confirma su sabiduría ;-) De hecho, la sal tiene la capacidad de neutralizar el amargor al tiempo que realza los demás sabores del café. Los estudios han demostrado que el cloruro sódico, principal componente de la sal, puede suavizar los sabores amargos al interactuar con los receptores gustativos de nuestra lengua (Science&Vie).
¿Cómo funciona?
Cuando se tuesta el café, se forman unos compuestos amargos llamados fenilindanos y lactonas de ácido clorogénico. Estos compuestos son los responsables del amargor del café, especialmente en los tostados oscuros. Añadir una pequeña cantidad de sal al café ayuda a enmascarar este amargor, al tiempo que preserva y realza los otros sutiles sabores del café.
Tradiciones alrededor del mundo
En algunos países, añadir sal al café es una tradición arraigada. En Vietnam, por ejemplo, el café salado suele mezclarse con leche condensada para obtener una bebida dulce y caramelizada. En Suecia se puede encontrar el "kokkaffe", un café infusionado con carne de reno seca y salada (una combinación un tanto extraña, ¿no te parece?). (Ciencia&Vie).