La buena noticia es que existen soluciones sencillas y eficaces que te ayudarán a mantener el control y ser tú el que decida en última instancia y de forma consciente si comer o no. ¿Listo para retomar las riendas de tus ansias por comer? Te decimos cómo:
- 1. Come alimentos completos y equilibrados
Una comida equilibrada y bien pensada es tu mejor defensa contra las ansias de comer. Intenta incluir:
- Alimentos integrales ricos en almidón (pasta, arroz o pan en sus versiones integrales): son ricos en fibra y nos sentiremos saciados durante mucho más tiempo.
- Proteínas magra s (pollo, pavo, pescado blanco, tofu).
- Verduras para obtener vitaminas y minerales.
- La fibra, en particular, es una gran aliada: ralentiza la digestión y prolonga la sensación de saciedad. Incluye legumbres como lentejas o garbanzos (al menos dos veces por semana).
No hay nada como estar perfectamente organizado para evitar tentaciones. ¿Por qué no preparar las comidas con antelación? Un menú variado y equilibrado reduce las posibilidades de caer en la improvisación y, por tanto, ¡en el picoteo!
Antes de caer en la tentación, pregúntate: "¿Tengo hambre de verdad o es otra cosa? Si es aburrimiento, haz otra cosa: sal a pasear, practica algún deporte, haz alguna manualidad... en otras palabras, ¡desconecta y lleva tu mente a otro lugar! :)
- 4. Limitar el uso de pantallas
Comer delante de la tele, del móvil o del ordenador nos hace comer sin prestar atención a lo que estamos consumiendo. Tu cerebro está tan absorto en los estímulos externos que no será capaz de captar las señales de saciedad que envía tu estómago. Resultado: comes más de lo necesario, sin darte cuenta.
- 5. Tómate tu tiempo para comer
¿Sabías que el cerebro tarda unos 20 minutos en darse cuenta de que estás comiendo? Cuanto más rápido comas, menos tiempo tendrá tu cuerpo para avisarte de que estás lleno. Así que relájate y saborea cada bocado.