Realmente la preparación de esta receta es muy sencilla y admite todas las variantes que se os ocurran. Simplemente troceamos el queso fresco, cortando 10 trozos de un tamaño apropiado para introducirlos en el interior de las tartaletas.
Colocamos un filete de anchoa alrededor de los laterales de las tartaletas, dejando el trozo de queso en el centro. Decoramos al gusto con aceitunas verdes, negras o pepinillos en vinagre troceados, que además de decoración les aportara un delicioso toke de vinagre. Guardar en el frigorífico hasta el momento de servir.