Primero que nada, tomamos cada barra y la cortamos por la mitad para obtener dos trozos más pequeños, y luego cada trozo lo cortamos a lo largo para sacar dos barritas mas delgadas.
Ahora, en un tazón ponemos un huevo con un poco de sal y pimienta y lo revolvemos, en otro tazón ponemos el pan molido y en un tercer tazón, la harina.
Pasamos cada barrita por harina, revolcandola bien para que se le pegue lo más posible, después la pasamos por huevo y finalmente por pan molido, procurando, con nuestras manos, que se pegue el pan por cada parte de la barra.
Finalmente, en una cazuela, ponemos a calentar aceite suficiente para sumergir nuestras barritas. Cuando el aceite comience a soltar pequeñas burbujitas, entonces echamos algunas barritas y las freimos hasta que estén doradas. Las sacamos y las ponemos a escurrir sobre una toalla absorbente.