Ponemos una cazuela con agua, a calentar. Cuando empiece a hervir echamos los guisantes desgranados.
Dejamos 2 minutos, sacamos y escurrimos. Llenamos los botes, una vez esterilizados, con los guisantes y añadimos aceite hasta que queden totalmente cubiertos.
Cerramos los botes y los metemos en una cazuela amplia con agua, hasta que queden totalmente cubiertos.
Cuando el agua rompa a hervir dejaremos 20 minutos. Apagamos el fuego y una vez que el agua esté fría, sacamos los botes. Los almacenamos en la despensa y una vez abierto un tarro, lo guardamos en el frigorífico.
Para evitar que se rompan los frascos de cristal, por chocar entre ellos, cuando el agua está hirviendo, conviene poner entre ellos un paño de cocina.