Escalda en agua caliente los tomates y pelalos. Parte en trozos ( si no quieres encontrar la semilla del tomate eliminala) y quita la parte dura del centro, coloca en una olla.
Pon al fuego y cuando haya reducido un poco aboca el azúcar, la corteza del limón, el palito de canela y un chorrito del jugo del limón.
Cuece sin dejar de mover para que no se pegue a la olla. Tiene que quedar la textura de la mermelada, ten encuenta que al enfriar espesa un poco.
Si no lo vas a gastar pronto, mete en tarros de cristal y cuece en una olla con agua ( el agua tiene que cubrir o llegar casi al tapón del tarro) durante 25 minutos. Así podrás conservarlos durante más tiempo.
Para el preparar el queso frito parte el queso longitudinalmente en tres rodajas y luego cortalo en triángulos. Pasa por harina el queso mientras calientas una sartén con abundante aceite de oliva. Fríe hasta que se dore por ambos lados. Sirve tibio con el dulce de tomate en el centro.