Rehidratando el chile ancho.Esta variedad de chile no es picante, pero su carne da un aroma estupendo para la salsa poblana y otras recetas de México. Lo ponemos en una cacerola fuera del fuego, sumergido bajo agua que hemos tenido cociendo, con un tenedor o cuchara encima para mantenerlo dentro del agua, durante unos 20-30 minutos.
Cuando está rehidratado, recupera su textura y color, aumentando sensiblemente de tamaño. Una vez rehidratado, con el canto de una cuchara, raspamos obteniendo la carne y dejando el pellejo, que desecharemos junto al pedúnculo y semillas.
Agregamos a la otra mitad de salsa de setas que teníamos reservada, la carne del chile, y removemos bien cocinando durante unos minutos.
Abrimos con un cuchillo las pechugas de pollo, y colocamos una buena cantidad del relleno en su interior. Cerramos las pechugas, añadimos un chorrito de aceite y horneamos hasta que estén doradas por fuera, dándoles la vuelta a los 10 minutos.