Por un lado vamos a hacer la salsa, lo que parece más complejo pero en realidad es más fácil, porque únicamente tenemos que mezclar todos los ingredientes en la batidora, hasta que se quede líquido.
Por otra parte, el salmón ya requiere que lo sazonemos con la sal y la pimienta y acto seguido lo ponemos en la sartén que ya está a fuego fuerte para que caliente el aceite. Lo freimos durante 7 minutos y le vamos echando limón y un poco más de sal y pimienta.
Por último, servir el salmón con la salsa de persimón. Podemos adornarlo como en la foto o como uno prefiera.