Desmenuzar la levadura, disolverla en el ½ vaso de agua tibia y mezclar con una taza de harina que cogemos del kilo. Cubrir con un paño y dejar en reposo hasta que doble el tamaño. Poner la harina en la mesa de trabajo, hacer un agujero en el centro y poner en él la manteca derretida, el aceite con la pizca de pimentón, el vino , el agua y la leche, se mezcla con las manos y se incorpora la masa fermentada por la levadura. Una vez mezclado todo, se incorpora un pellizco de azúcar, sal y un huevo batido. Se trabaja bien con las manos hasta que quede una masa que se desprenda fácilmente de las manos. Cubrirla con un paño y dejarla reposar 40 minutos o hasta que doble su volumen. Mientras, preparar el relleno: poner aceite a calentar en una sartén, y freír en él el lomo fresco salpimentado.. Ahora se prepara el hornazo: se divide la masa en dos porciones. Con un rodillo se estira cada una de las porciones hasta conseguir una extensión suficiente para cubrir la bandeja, se espolvorea ligeramente con harina, y se cubre con una de las porciones de masa, procurando que sobresalgan los bordes ligeramente. Se reparte por encima el relleno y se cubre con la otra parte de la masa. Ahora, se pincelan los bordes con un poco de de agua, y se van cerrando presionando con los dedos, recortando la masa sobrante. Pincelar ahora toda la superficie con huevo batido, y pincharla varias veces con un tenedor. Poner el horno a 180 º C y colocar la bandeja en la parte media, durante 40 minutos. Se suele tomar frío y esta mejor reposado de un día para otro.