Una vez descongelada la masa la estiro, un poco, con el rodillo embadurnado de harina.
Tatiana extiende el tomate frito sobre la masa y, a continuación, se pone el salmón que habremos cortado fino, fino.
Por encima la mozzarella y, para finalizar el orégano.
Se precalienta el horno a 250º durante 5 minutos y se mete la pizza unos 12 o 15 minutos. Esto depende mucho del horno y del gusto de los comensales, claro.
La masa quedó muy suave y se tostó muy a nuestro gusto que es que, casi, casi, nos la comemos quemada de lo que nos gusta la masa tostada.