Quitamos la piel al pollo y hacemos unos cortes profundos en las pechugas y los muslos para que el adobo que le vamos a poner penetre bien. Metemos el pollo en una bolsa de plástico y exprimimos un limón, sazonamos cerramos la bolsa y dejamos reposar una hora.
Mientras la carne se suaviza por la acidez de los limones, preparamos una marinada machacando en un bol los dientes de ajo, gengibre fresco y una cayena. Molemos fino, pimienta, semillas de cilantro, semillas de comino, cardamomo, clavo, y una hoja de laurel.
Mezclamos todo en un bol y añadimos una cucharada de aceite de oliva, pimentón y el yogur líquido natural. Vertemos la marinada en la bolsa donde tenemos el pollo con el limón. Dejamos marinar de 8 horas, después de marinar ponemos el pollo en una fuente de horno a 300 g sin el liquido de la marinada.
El liquido del marinado lo echamos en una cazuela y lo calentamos hasta que espese, y con una brocha de cocina pasamos el marinado espeso por encima al pollo cada 15 minutos. Podemos servirlo con una guarnición de arroz basmati.