En una olla, preparar el caldo de carne y mantener caliente. En otra olla, poner agua a hervir. Cuando hierve, echar las espinacas congeladas, salar y cocinar durante 5 minutos. Conservar.
En una cazuela de barro, poner la chalota picada con 4 cucharadas de aceite y un poco de guindilla.
Cuando esté dorado, añadir el arroz. Rehogar un minuto.
Cubrir con caldo y seguir removiendo, añadiendo caldo a medida de que haga falta.
Después de unos 10 minutos, incorporar las espinacas.
Seguir removiendo hasta amalgamar todo. Añadir la ricotta salata rallada.
Seguir removiendo hasta que la ricotta se funda y completar la cocción. Sacar la cazuela del fuego, añadir más ricotta y un poco de mantequilla. Remover y dejar reposar unos minutos. Servir con ricotta rallada y aceite en crudo.
Recomiendo un vino blanco afrutado.
La ricotta salata es un producto lácteo, producido en el sur de Italia. Viene conservado entre 10 y 30 días bajo sal: durante este tiempo, puede perder hasta el 50 por ciento de agua. Se vende fresco, que es más típico (lo que aquí puede ser un requesón), salado o ahumado.