Comenzaremos preparando el salmón fresco. Para hacerla solo necesitas tener el salmón en rodajas, colocar una de ellas en un plato, exprimirle medio limón por encima y salpimentarlo con pimienta negra al gusto. Lo metes unos 3 minutos y medio al microondas y ya está listo. Una vez hayas preparado todo el salmón resérvalo hasta que se temple. Cuando puedas cogerlo sin quemarte desmenúzalo y quítale la piel y las espinas que encuentres.Separa las yemas de las claras y resérvalas en dos bols.
Para preparar la salsa blanca debes derretir los 30 gr. de margarina en una cazuela y añadir la harina poco a poco. Una vez que se dore añades la leche templada y una pizca de pimienta blanca y remueve todo hasta que te quede una salsa espesa. Retíralo del fuego y viertelo en el bol de las yemas, añade el salmón desmenuzado y remueve todo hasta que esté bien mezclado.
Pon a precalentar el horno a 200ºC. Ya solo queda batir las claras a punto de nieve. Si no tienes batidora eléctrica con varillas como ya prepara bien los músculos del brazo por que tardarás un buen rato.
Coge el bol con las claras y héchales una pizca de sal para que suban más fácilmente. Debes batir haciendo círculos amplios de arriba a abajo para que cojan la máxima cantidad de aire posible. Estarán listas cuando tengas una espuma compacta y al inclinar un poco el bol no se caigan.
Viértelas sobre el otro bol y mézclar todo con mucho cuidado con una cuchara de madera, sin dejar de hacer los movimientos circulares, pero esta vez de manera mucho más lenta para que no se pierda la consistencia de las claras.
Llena los moldes con la mezcla hasta llegar a las 3/4 partes y mételos al horno hasta que el soufflé suba y se dore la parte de arriba, que en mi caso fueron unos 25 min.
Una vez que metas el soufflé en el horno no lo habras hasta que hayan pasado unos 15 min. como mínimo por que es muy probable que se baje; y si los moldes sólo los vas a usar para darle forma al soufflé acuérdate de recubrirlos con un poco de mantequilla para que no se pegue.